- La inédita muestra está orientada principalmente a mujeres, a modo de invitación al autoconocimiento y autoaceptación de sus cuerpos como herramientas para sentirse más seguras de sí mismas.
- Se trata de esculturas de pechos y genitales de modelos anónimas, hechas a partir de moldes tomados directamente del cuerpo humano, lo cual las hace reproducciones fidedignas.
“En el camino hacia la autoestima y autoaceptación, se hace fundamental conocer nuestros cuerpos, observarlos, saber cómo se ven. Nuestra sanación como colectivo de mujeres depende de nuestra capacidad de tomar pertenencia y soberanía sobre nuestro propio cuerpo. Poder observarme y reconocerme en otras mujeres es parte de este proceso comunitario de sanación y por esto es tan interesante poder mostrar un conjunto de esculturas que muestran las partes del cuerpo más ocultas y prohibidas: la vulva y las tetas”, así define su trabajo Ainoa Castells Ducasse, artista autodidacta y médico general de profesión, que por primera vez expone en solitario su trabajo.
La exposición se desarrollará en el Centro Cultural de San Joaquín (Coñimo 286, San Joaquín), a partir del sábado 25 de marzo a las 18:00 horas y estará abierta al público por una semana. La muestra “Cuerpos Libres” consiste en esculturas de 10 de pechos y 10 vulvas de modelos anónimas, hechas a partir de moldes tomados directamente del cuerpo de las mujeres, lo cual las hace reproducciones fidedignas y reales, habiendo realizado previamente un taller de autoconocimiento y dinámicas de grupo con mujeres de la comuna de San Joaquín.
“Cuántos eufemismos y palabras le hemos inventado para no llamar a la vulva por su nombre, hasta decir vagina suena más bonito y aceptable, un nombre que desde siempre se nos ha dicho que es feo”, señala la artista, que reivindica el uso de las palabras vulva y teta. “La mujer que conoce su cuerpo, su deseo y su placer es poderosa, tiene agencia sobre su propia vida; mostrar la diversidad de vulvas genera el efecto de desmitificar esta parte del cuerpo, volverla cotidiana, quitarle el estigma y el miedo de explorarla”, explica Ainoa Castells.
Agrega que su trabajo invita a cada mujer a retomar el control sobre su cuerpo como algo exclusivamente propio, conectado a la identidad y voluntad de cada una, por lo que ver distintas formas de cuerpos ayuda a normalizar la diversidad, especialmente si el espectador logra ver su cuerpo representado en el arte, “es poderoso darse cuenta de que somos muchas y muy diversas, cada una es única y merecedora”, acota la profesional.
El proceso de realización de las obras consiste en tomar moldes de cuerpos reales, para lo cual la artista usa un material a base de algas llamado alginato, que es seguro para la piel y las mucosas. El proceso de toma de moldes demora aproximadamente 20 minutos y es indoloro. La prioridad es que las participantes estén cómodas en todo momento, por lo cual son bienvenidas a saltarse cualquier actividad que no quieran realizar. Este es un espacio pensado para mujeres.
“Quiero que podamos tratarnos a nosotras mismas con amor y respeto, como lo haríamos con otros; quiero esta reconciliación para todos los seres que logre alcanzar con este mensaje, quiero que disfrutemos esta vida, nos liberemos de creencias limitantes y expandamos las posibilidades”, asegura la artista.
Añade que “no se trata de convencerse de creer algo o de obligarme a amar mi cuerpo, se trata de reconocer que este vehículo donde vivo me permite transitar el mundo material y satisfacer mis necesidades terrenales; es mi herramienta, mi instrumento para esta vida, si estoy en guerra con mi cuerpo estoy en guerra con la vida misma”.
Argumenta que en los medios de comunicación que más consumimos hoy en día, tales como la televisión y las redes sociales, abundan de cuerpos “perfectos”, con un ideal de belleza que es inalcanzable. Sin embargo, a su juicio, si tuviéramos acceso a ver cuerpos diversos en los medios convencionales, tendríamos oportunidad de darnos cuenta de que no existe un solo tipo de cuerpo “perfecto”, por ello la representación es importante, ya que logra establecer que la diversidad es normal y deseable.
“Estoy muy agradecida de poder seguir mis sueños y emprender este camino, gracias a mis modelos valientes y generosas, las primeras de muchas más que están por venir, estoy convencida de que este es un trabajo importante, un gran paso hacia la aceptación y amor que nuestras vulvas y tetas merecen; espero que veas una como la tuya en la exposición y te des cuenta de que es como la de muchas mujeres, que somos muchas, tan variadas y únicas que no hace falta compararse”, concluye Ainoa Castells.