Mi nombre es Loreto Méndez Santibañez, tengo 49 años, crecí toda mi vida en San Joaquín y soy folclorista. Partí en el 2000 como alumna de un taller de cueca y después me dice dirigente del grupo folclórico Raíces de Chile, estuve 6 años ahí y después creamos el Grupo “Nostalgia Campesina” y en el 2008 entré al Conjunto Folclórico Catemu. 

Comencé a notar que en otras comunas se hacían muchas cosas que aquí no. En San Joaquín tenemos muy marcada la tendencia latinoamericana, los grandes grupos folclóricos de la comuna, apuntan hacia ese lado. Yo sentía que era necesario marcar una tendencia más tradicional igual. Bailábamos cueca, sobre todo en otras comunas. 

En un momento, decidí que esos eventos podíamos realizarlo aquí también. Así que empezamos a organizar el primer evento “100 cuecas”, fue en una plaza, con el apoyo de la Junta de Vecinos Juan Planas, cerramos una calle. Ahí empezó este camino. Después logré hacer dos campeonatos comunales, once “100 cuecas”, encuentros folclóricos, encuentros de cantores, etcétera. Siempre buscando que se forme una gran ola tradicional, para que no nos vean sólo como “huasos que bailan para el 18”. 

Siempre me gustó la cueca, hice cursos en la escuela básica, media y no salí más. Crecí junto a mi papá viendo “El Chilenazo” y “El Esquinazo”, entonces quedó muy marcada esa parte en mí, para mí es una fortuna poder haberla vivido y me gustaría que tenga más espacios.  Nosotros comenzamos por motivación propia más que nada. Partimos apoyando en bingos y en lo que nos invitarán, pero logré traer a más de 100 grupos a la comuna y sin ni un fondo para ofrecerles. Por amor nomas. 

Conozcamos más de Loreto y sobre el trabajo y amor que ha sembrado en el folclore tradicional de nuestro país, dentro de nuestra comuna.

¿Alguna vez sintió que fue mirada de forma diferente o que algo le costó más, por ser mujer?

Siempre, me costó mucho, La credibilidad para tener financiamientos o apoyo era super difícil, en gran parte se financiaban las cosas con aportes de amigos y de mi bolsillo o de la gente del mismo grupo. Entre los cercanos sacabamos todo adelante, limpiando, vendiendo empanadas, armando pancitos y así. 

A veces creo que mi error, fue hacerlo muy sola, no apoyarme en otras organizaciones quizás, me faltó un partner. 

¿Cuál es el aporte que busca entregar en el área cultural? 

La verdad, es que ahora no está la misma disposición, pero creo que quedó marcado que hubo alguién que quiso hacer folclore tradicional. Seguimos participando en eventos, nos invitan aún, así que considero que reconocen mi aporte. Encontrarme después de 20 años, con los hijos de los hijos de las personas a las que le enseñé alguna vez y que me digan “Vamos a ir a buscarte para que le enseñes”, para mí es lindo y entretenido. Me gustaría poder seguir haciendo algún taller o evento para que esto siga.

¿Qué metas tiene por cumplir en este rubro? 

Quizás volver a instalar las 100 cuecas en la comuna o lograr hacer una competencia de folclor tradicional inédita,  eso es lo que realmente me está faltando. Me gustaría seguir viviendo y conociendo mis culturas.

Si tuviera que darle un mensaje a esas personas que quieren ser parte de este mundo, pero por alguna razón no lo hacen ¿Qué les diría? 

Mira la verdad creo que tendría que invitarme yo primero, invitarme a visualizar o a volver a hacer un grupo, pero yo creo que la comuna tenemos varios grupos folclóricos, entonces la idea es que la gente pueda acercarse. Me gustaría más que se volviera a lo tradicional, a lo central. Urbano hay en todos lados y se cobra mucho más que lo tradicional, pero ahí está el corazón de nosotros, del país.